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La justicia es simple


1.- Yo no le temo a la policía, sujetos con uniforme azul que merodean por la ciudad con dos propósitos en la cabeza: tener dinero para comer y joderse a quienes puedan. La justicia es simple, decía mi prima Laura, o te los chingas o te chingan, no hay nada bueno por hacer en este país.

2.- La vida era simple: tenía que bañarse diario, enfundarse una minifalda y untarse pinturillas en la cara para salir a dar una vuelta por la colonia. El de la carnicería era gordo y feo, pero siempre que la veía y la invitaba a salir, prometía que si se casaba con él le daría una vida de reina, no tendría que trabajar y sus hijos irían a una escuela de paga. ¡Ay, si le hubiera hecho caso!

3.- A ella le gustaba el de la tienda “La chiva loca”, un jalisquillo de ojos verdes que ostentaba el titulo del más guapo de la zona. Tenía una camioneta equipada con cuatro bocinas en la caja de carga que reproducían corridos sobre narcotraficantes y policías. A todas les gustaba, era un partidazo:  joven, guapo y con una tienda.

4.- El jalisquillo también se quería echar a Laura, no le prometía nada pero con una miradita caliente que le lanzara era suficiente para subirla a la camioneta y darle unos besos. Rubén tuvo la fortuna de desvirgarla, era la primer mujer del D.F. que le salía virgen, pensaba dejarla pero después de ver la sangre, decidió que esta si merecía ser la madre de sus hijos.

5.-Luego del gran suceso, Laura comenzó a pavonearse de manera distinta por la colonia: pasó de ser una chiquilla de quince años que sonreía coquetamente a todos los hombres, a una mujer que miraba despectivamente a todo aquel que la piropeara. Ella ya era de Rubén y su indiferencia era una exigencia de respeto hacia su hombre.

6.- Los hechos sucedieron rápido como todas las historias de amor que se daban en San Pedro Ecatepec, tres meses de bailes corridos y sexo apasionado trajeron consigo un embarazo que se arregló con una boda exprés.

7.- Simple: cuidar a Rubensito, ir al mercado y hacer la comida, atender la tienda mientras Rubén salía rumbo a la Central de Abastos para surtir el negocio, y en la noche atender al marido con buen sexo pa'que las viejas que le loqueaban no se lo bajaran.

8.- El primer golpe al pecho de Laura vino en la fiesta del primer año de Rubensito. La familia y los vecinos estaban deslumbrados con el pachangón, pero ni los diez kilos de barbacoa, ni las treinta cajas de tequila, ni la banda que tocaba en vivo, evitaron que a Laura se le rompiera el corazón. A las cuatro de la mañana, cuando la fiesta resplandecía dando su último fulgor, Laura y su comadre, la esposa del taquero, entraron a la bodega de la tienda para guardar todos los regalos que le habían hecho al niño. Entre las cajas de refresco vislumbraron una silueta que se movía al ritmo de las carcajadas, sigilosas caminaron hacia el rincón para encontrar la verdadera fiesta: Rubén sodomizaba al travesti de la colonia mientras todos sus compadres se pasaban la coca y aguardaban su turno. El taquero juntaba el dinero de la apuesta de la noche y aclaraba entre risotadas -la apuesta la ganará el que logre que le sangre el culo a la jota , no el que lo lleve al cielo, ¡bájale a tu amor Rubén, bájale!.

9.-Rubén: ¡no pinches mames Laura, es un travesti!, ni que te fuera a dejar por un hoyo de pollo, era la coca, te juro que era la coca. La esposa del taquero: tranquila comadrita, entiéndelo y verás que no pasa nada, así son los de Jalisco, machos insaciables o qué, ¿quieres que te sangre el culo a ti?. La madrecita: mira mijita Rubén es un buen hombre, tan sólo tú velo, nunca te ha golpeado, pero mira, cuando el señor manda sus designios desfavorables hay que buscar una ayudadita pa' saber qué es lo que se tiene que hacer, ve con la Carlota, ella es rebuena para adivinar el futuro.

10.- Todo se resolvió con los cincuenta pesitos que cobró la Carlota, por esa módica cantidad le leyeron las cartas a Laura y lo que se veía no era bueno pero tampoco tan malo. Salieron muchos garrotes que simbolizaban lágrimas y dos jotos que mostraban a las lagartonas que le querían quitar a su marido. Después le hicieron una limpia con un ramo de hierbas especiales que Laura compró en el mercado. A la hora de prender el ramo, salió un bebé dibujado por el fuego. -Eso es todo mija, si el señor siempre nos tiene una solución para los problemas, tú dale otro hijo y lo amarras, así no te deja nunca, te juro que no te deja.

11.- Rápidamente vino el otro hijo: Santiago, como el actor de la telenovela. Rubén estaba feliz con el nuevo miembro de la familia Martínez, era igualito a su padre que en paz descanse. El día del bautizo en la Villa, después de la consagración, Rubén pasó a confesarse, comulgó y firmó un juramento en el que se asentaba que por el plazo de un año no volvería a cogerse a un puto ni a meterse cocaína. Laura se sintió satisfecha, todo había salido bien.

12.- El segundo golpe al pecho de Laura sucedió antes de que se cumpliera el año del juramento, esta vez el problema no surgió por los putos ni por la coca. Rubén había estado jugando a las apuestas de baraja, era la estrella del conquián, tres meses de una racha de suerte culminaron en una apuesta desmesurada en la que se perdió todo el patrimonio de sus hijos. -El pendejo apostó la tienda mamá, sollozaba Laura mientras hablaba por teléfono.

13.- La tragedia aumentó cuando hundido en la desesperación, Rubén se tiró al trago. Le avisó a Laura que tenían que desalojar la casa y desapareció, ella regresó a casa de su madre, adonde llegaban las noticias por parte de los vecinos que aseguraban haber visto a su marido tirado en alguna banqueta ahogado de borracho. Los reproches y las preguntas eran muchas, las respuestas pocas, por lo que era necesario encontrarlas y estas sólo podía tenerlas la Carlota. Una leída de cartas y una limpia arrojaron una solución, -ten otro chamaco, verás que así se anima y se pone las pilas, la tercera es la vencida.

14.-En una de las tantas borracheras Rubén tocó a la puerta de su suegra, cuando Laura abrió lo encontró arrodillado y suplicando perdón, esta lo hizo pasar y lo abrazó, - tranquilo viejo de esta salimos juntos. Esa noche procrearon al tercer hijo y antes de que este naciera, Rubén decidió irse a los Estados Unidos para poderle dar una vida digna al chamaquito que venía en camino. El plan era perfecto, él llegaría a casa de unos compadres que ya hasta le habían conseguido un trabajo y mes con mes mandaría todo el dinero que ganara para que Laura fuera montando otro negocio.

15.- Cuando Ponchito nació, el plan ya había dado frutos: con el dinero, Laura ya había puesto una tienda en casa de su madre y el dinero no faltaba, pero Rubén ya había decidido que no regresaría hasta que tuvieran un patrimonio más sólido, había que comprar un terreno y construir una casa para la familia.

16.- Un 24 de diciembre, en el primer cumpleaños de Ponchito, Laura recibió el tercer golpe al pecho: ya hacía tres meses que Rubén no mandaba dinero ni respondía sus llamadas, pero esa noche quedó todo claro. Después de una llamada fallida que Laura hizo para el otro lado esperando que sus hijos pudieran hablar con su papá, recibió otra, una mujer que se hacía llamar Roberta pidió hablar con Laura; cuando esta contestó, comenzó a escuchar una voz esquizofrénica que, entre alaridos y groserías, le pedía que dejara en paz a Rubén, -Mira puta, deja a mi marido, porque pa'que lo sepas ya es mi marido, conmigo ya tiene un hijo y ya hasta lo registró, deja de jodernos la vida, él ya tiene una nueva y tú nos estorbas, esfúmate puta, desaparece porque sino, me voy pa'llá y te mato puta, a ti y a tus hijos.

17.- La amenazas funcionaron y Laura no volvió a buscar a su marido, calló en depresión y al igual que ella la tienda se fue hundiendo. Después de unos meses, no había dinero ni para comer y los niños que se encontraban en el abandono empezaron a mostrar rasgos de desnutrición. -Ponte las pilas mijita, ponte las pilas, yo  no puedo mantenértelos, tus hermanos me dan dinero para que yo coma pero con esa baba no puedo mantener a tus chiquillos.

18.- Como buena madre, Laura sacó la garra, se dejó de chillonerías y se puso a buscar trabajo. Con tan sólo la secundaría terminada, las posibilidades eran pocas y los sueldos pobrísimos. Despachadora de pan: tres mil quinientos mensuales; sirvienta: tres mil mensuales, para trabajar en el mc donald´s: ya estaba vieja.

19.- Después de semanas de búsqueda, el primo de Laura que era policía le comentó que la PFP estaba armando un batallón de mujeres, -lánzate Laurita es una buena oportunidad sólo te piden la secundaria terminada y el sueldo es bueno, ¿quién te va a dar nueve mil mensuales por madrearte a unos cuantos?

20.- A la madrecita de Laura la idea se le hizo horrible, - pero Laurita que no ves que los narcos los matan, no ves como está la violencia, si te matan qué va a ser de tus hijos, Dios mío qué harán sin ti, -Madre tranquila, entiende que si no se me van a morir de hambre, además los narcos que chinguen su madre, a mi esos cabrones ya ni me dan miedo, la vida ya me hizo cabrona y pa' cabrones, cabrona y media, esto es simple madrecita, hay que sobrevivir.

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