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Curiosa descripción de una Mimosa púdica


Mimosa púdica, sensitiva, vergonzosa; "no me toques", moriviví, adormidera o dormilona... Se caracteriza por su curiosa personalidad: es el ser más tímido de la naturaleza y su único objetivo es pasar desapercibida. Es tan fuerte este deseo  que toda su morfología gira en torno al único objetivo de olvidar y ser olvidada.

Ella quería ser una planta de la familia de las cactáceas, de esa manera le  hubiera tocado vivir en el lugar más desolado de la tierra, el desierto; no necesitaría casi de agua, así que la lluvia no tendría que visitarla muy seguido. Sin embargo, se tuvo que resignar con ser una fabácea de sombra, no debe de estar bajo la luz del sol donde otros seres vivos podrían verla. También se resignó con sólo necesitar agua cada tercer día, ¡bueno, al menos la visita del agua será de vez en cuando! De lo que por desgracia no se pudo deshacer son de esas florecitas muy pequeñas de color rosado malva que de vez en cuando salen sin que ella pueda hacer algo para evitarlo.

Con esas hojas tan simples y normales, su forma pareciera casi sin chiste; así de escueta, nadie se acercaría jamás ni por curiosidad, pero por si acaso, tiene espinas: si alguien se atreve a notar su existencia y sentir curiosidad por verla más de cerca, no tendrá ni la más mínima intención de hacerlo al ver sus “terribles espinas” y terminará por salir huyendo. Por supuesto, la olvidará (no son espinas de cactus, pero bueno, algo es algo). Si esto no le funciona, tiene otra arma de lo más eficaz —es infalible—: es capaz de simular la muerte (¡Así es! Aunque usted no lo crea), ya que si por alguna extraña razón alguien se le acerca —a pesar de su escueta forma— y no siente miedo de sus “terribles espinas”, al mínimo contacto con ella sus hojas se encogen y caen al igual que sus tallos, dándole una forma aún más escuálida.

Sin embargo, la pobre se despierta, pasa el día y duerme con miedo; es más, sueña con el terror de ser vista por algún curioso intrépido. Vive con tanto miedo y se esfuerza tanto en concentrar toda su energía en todos estos mecanismos de defensa, que no logra sobrevivir más de cinco años: el estrés la hace envejecer rápido.

Pero lo más curioso de ella es que lo único que logran todos sus esfuerzos es atraer la atención de los demás: mientras ella se cree el ser más feo, peligroso y patético del mundo, éste la percibe como una maravilla de la naturaleza. Nadie cree que sea una planta fea y sin chiste, al contrario, sus hojas simétricas que se abren y se cierra con el mínimo roce, llaman la atención de cualquiera y su habilidad para simular la muerte sólo produce una preocupación enorme en los que la rodean, quienes se esfuerzan en aprender sus formas y mañas para poder diferenciar cuando en realidad está en peligro de muerte. Pobrecita, esforzarse tanto y para nada.

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